El viernes llegó a casa un paquete procedente de Torredembarra, lo enviaba Sonnia, que me había hecho un encargo y mandaba un mensajero a recogerlo. Así que el mensajero y yo haciamos intercambio de paquetes en la puerta de casa.
Cuando abro la caja aparece un precioso maniquí, ya sabeis que los colecciono y me encanta lucir las labores en ellos, Pero mi sorpresa fue mayúscula al ver que era igual que un joyero para anillos que tengo desde hace mucho tiempo. No me digais que no es una bonita coincidencia.
Luego venía una cesta bastante grande llena de telitas, cintas, lana de terciopelo, botones, florecitas a ganchillo......
En el maniquí venían un montón de encajes. Sonnia me ha dicho que algunos los ha comprado en una merceria de Andorra y que quería compartirlos conmigo. Y es que son realmente bonitos. No os los perdais en detalle porque en la mano os aseguro que son divinos.
¿Y que os parecen los botones? ¿No son un sueño?
Y ahora el broche de oro, porque a mi me ha llegado al corazón este detalle. Se trata de un bordado con un conejito, unos cromos y una libretita. Ahora os explico, es un regalo para mi hija Inés. En la libretita Sonnia le explica con unas hermosas palabras, la historia de como su padre, cuando ella era pequeña, le regaló una caja vacia, en ella guardaría sus tesoros, entre otras cosas estos mismos cromos con los que jugó de niña y que ya tienen unos añitos. El bordado es para que mamá le haga esa cajita de tesoros y le decore la tapa. No me digais que no es un detalle precioso y tierno.
Os confieso que a mi me cuesta recibir regalos, a todo el mundo nos gustan, pero como decimos por aqui "me da fatiguita" que alguien me mande algo, cada uno es como es, que se le va a hacer. Pero este regalo me ha llegado al corazón, por su generodsidad de compartir algo de tanto valor sentimental. Me sigo emocionando cada vez que veo a mi hija jugar con esos cromos y ella los guarda como un gran tesoro.
Muchas gracias Sonnia de parte de Inés y mía.